Apostolado social jesuita para una nueva Honduras.
P. Ismael Moreno, Melo, sj
«Yo nunca he estado en una cabina de radio, pero cuando les escucho me parece que son mis ideas, que dicen lo que yo quiero para mi país, para mi pueblo; entonces siento que debo apoyar una radio tan valiente, tan solidaria, que inspira alegría, confianza y ganas de luchar; quiero que la radio siga creciendo, siga aportando análisis, diversión, alegría; que siga compartiendo su amor con la gente.» (testimonio de una oyente)
ERIC/Radio Progreso: somos una obra del apostolado social de la Compañía de Jesús en Honduras, la cual se sostiene sobre dos grandes horcones: el primero, la fe en la fuerza liberadora de los pobres; y el segundo, la justicia que brota de la fe en Cristo que hace nuevas todas las cosas por muy oscuras y tristes que sean.
Radio Progreso nació en 1956 y la Compañía de Jesús adquirió los derechos en 1970 para apoyar la alfabetización de adultos a través de las escuelas radiofónicas, promover la evangelización y educación liberadoras, y para acompañar las comunidades eclesiales de base, así como las organizaciones sociales y populares desde sus realidades y luchas.
El ERIC (Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación), por su parte, nació en 1980 cuando comenzaba la doctrina de la «seguridad nacional» que dejó centenares de muertos y desaparecidos por expresar sus ideas críticas y opositoras a las políticas oficiales. 41 años después, el ERIC sigue en «pie de testimonio».
A partir de 2014, ambas obras se compactaron hasta constituirse en una única plataforma apostólica de comunicación y servicio social. Esto con el fin de buscar más eficacia en el trabajo por la verdad y la justicia de una sociedad atrapada en dinámicas de desigualdad, violencia, militarización, narcotráfico, deterioro ambiental, corrupción e impunidad que azotan al país (consecuencia de lo anterior son las conocidas caravanas de personas que huyen del país en un camino incierto y peligroso hacia los Estados Unidos).
Radio Progreso/ERIC-SJ es una obra de apostolado social que se inserta en la sociedad desde la fe y a partir del análisis social, la educación política y la transformación cultural, con una preferencia por hacer de los jóvenes una generación comprometida con la fe, la justicia, la ética y la paz. Nunca podrá nacer una sociedad en donde las cosas y la vida sean nuevas si no es a partir de la fuerza creativa de nuestra juventud.
Como institución del apostolado social de la Compañía de Jesús, el ERIC/Radio Progreso apuesta por revertir, junto con otros sectores eclesiales, sociales y populares, nacionales e internacionales, las causas y dinámicas de muerte en Honduras, desde una Iglesia que escucha y busca respuestas a los clamores de las comunidades. Recuperando así su dimensión profética, la Iglesia puede dar un mayor testimonio de Jesucristo y de su Reino, para que en Honduras brille la gloria de Dios a partir de las pequeñas luchas y esperanzas de las mujeres, jóvenes, niños y hombres empobrecidos. Son los más marginados por quienes los jesuitas en Honduras, a través de esta obra, hemos decidido apostar.
Nuestra base primordial se encuentra en la ciudad de El Progreso, en el Valle de Sula, en la costa norte hondureña. Pero tenemos una presencia nacional y articulaciones centroamericanas y regionales. En el presente, buscamos contribuir desde nuestra fe en Cristo, y junto a otros sectores, a la construcción de un modelo social, económico, político, cultural y espiritual alternativo al actual modelo elitista, corrupto, excluyente y productor de desigualdades y violencias.
Este objetivo lo buscamos alcanzar a través de la promoción de una nueva generación comprometida con la ética y la política y en colaboración con otros sectores que luchan por la defensa de la Casa Común. Se trata siempre de trabajar por una cultura de paz y de derechos humanos, insertados en la sociedad y por medio de los medios de comunicación social y las redes sociales.
Realizamos nuestro apostolado con el apoyo local de las comunidades y con la solidaridad de iglesias y organismos de cooperación comprometidos con procesos transformadores de nuestros pueblos. Nos cuidamos de no aceptar dineros de personas y empresas que han sido señaladas por la justicia como violadoras de derechos humanos y de los derechos ambientales.
Dedicados a la defensa de los derechos de los excluidos, hacemos nuestras las radiantes palabras de Monseñor Romero, santo y profeta de nuestros tiempos y contexto: «un pueblo desorganizado es una masa con la que se puede jugar, pero un pueblo que se organiza y defiende sus valores, su justicia, es un pueblo que se hace respetar» (Homilía, 2 de marzo de 1980).