En el marco del Día Mundial de la Trabajadora del Hogar, representantes de distintas organizaciones de defensa y lucha por los derechos de las mujeres en contextos de trabajo doméstico continúan dando a conocer la urgente necesidad de la ratificación del Convenio 189 de la OIT, con la que se daría una legislación justa y condiciones dignas para esta labor. Honduras, Guatemala y El Salvador son los únicos países de la región que no han ratificado dicho convenio.
De acuerdo con el Convenio sobre el Trabajo Decente para las Trabajadoras y los Trabajadores Domésticos, la expresión trabajador/a del hogar designa a toda persona que lleva a cabo labores domésticas dentro de una relación de trabajo.
Se estima que 9 de cada 10 empleadores no reconoce el salario mínimo que establece la ley vigente, además de la falta de protección y seguridad social. Las personas empleadoras fuerzan a trabajar más de 14 horas diarias a las empleadas domésticas sin pagar lo previsto en la ley.
Las condiciones de precarización laboral se agudizaron aún más con la pandemia, ya que obligó a un aislamiento forzoso de las mujeres trabajadoras con retrocesos de sus derechos como rebajas de sueldo y duplicación de horas laborales, teniendo como consecuencias diversas enfermedades ocupacionales, tanto física como emocionales. En Guatemala, se estima que alrededor del 35% de estas mujeres durante la pandemia renuncian al trabajo del hogar, sin tener otros ingresos asegurados, viéndose en vulnerabilidad por insuficiente acceso al bono de desempleo o cajas de alimentación compensatorias.
María Guarchaj dialogó con Maritza Velásquez Coordinadora general de la Asociación de Trabajadoras del Hogar, Domésticas y de Maquila (ATRAHDOM), a propósito del 30 de marzo, Día Latinoamericano de la Trabajadora del Hogar.
Producción: Juan Pablo Montenegro, FGER - Guatemala; María Cianci Bastidas, Coordinación General ALER