Durante la pandemia, ha surgido en promedio un nuevo milmillonario en el mundo cada 30 horas, mientras que más de 250 millones de personas podrían enfrentarse a niveles extremos de pobreza en 2022.
Los precios se están disparando en todo el mundo: la harina, el aceite para cocinar, el combustible, la electricidad... Son muchas las personas que se están viendo obligadas a reducir costes, y tienen que enfrentarse al frío en sus propios hogares al no poder pagar la calefacción. Se ven obligadas a elegir entre recibir tratamiento médico o comer.
Las familias tienen que elegir cuál de sus hijas e hijos podrá ir a la escuela (si es que pueden enviar a alguno). La crisis global por el aumento del coste de la vida se suma a la originada por la pandemia, en la que hemos visto cómo los Gobiernos y la comunidad internacional no hacían lo suficiente para evitar el mayor aumento de la pobreza extrema en más de 20 años.
Este fracaso puede calificarse como catastrófico: más de 20 millones de personas han perdido la vida a causa de la pandemia, y todas las dimensiones de la desigualdad han aumentado de manera desorbitada a nivel mundial. Para muestra un botón: la pandemia ha cobrado cuatro veces más vidas en los países más pobres que en los ricos.
Desigualdad como origen de la pobreza
La crisis sanitaria golpeó un mundo marcado por la desigualdad. Décadas de políticas económicas neoliberales han desmontado los servicios públicos que en muchos casos se han privatizado, y han dado alas a la concentración masiva de poder empresarial y la elusión fiscal a gran escala. Estas políticas han servido para socavar deliberadamente los derechos de las personas trabajadoras y reducir los tipos impositivos para las grandes empresas y los más ricos. Además, han expuesto al ambiente a niveles de explotación que superan con creces lo que nuestro planeta puede soportar.
La riqueza de los milmillonarios se ha incrementado tanto en los últimos 24 meses como lo habían sido durante 23 años. Con la pandemia 573 personas se han vuelto multimillonarias resultado, principalmente, de los beneficios hacia grandes empresas farmacéuticas, energéticas, tecnológicas y alimentarias.
Ricos se reúnen, pero aumentan las muertes a nivel mundial
Los milmillonarios se reúnen en persona por primera vez en los dos últimos años en Davos (Suiza) y tristemente para la equidad mundial, tienen mucho que celebrar. En ese marco OXFAM presenta su informe donde denuncia que la riqueza se ha disparado hasta alcanzar unos niveles sin precedentes.
La pandemia, que para la mayor parte de la humanidad ha estado marcada por el sufrimiento y ha supuesto una enorme ruptura en sus vidas, ha resultado ser uno de los mejores momentos de la historia para los milmillonarios.
No sólo los ricos son prácticamente inmunes, porque no les afectan las crisis de igual modo, sino que, objetivamente, los milmillonarios se han beneficiado de ellas. Su riqueza se ha disparado, en gran parte por las exorbitantes sumas que los Gobiernos han inyectado en la economía global. Esto ha encarecido los precios de los activos y, a su vez, ha terminado engrosando las fortunas de los milmillonarios.
En el informe de Oxfam se pone de manifiesto cómo los milmillonarios y grandes empresas de los sectores alimentario, energético, farmacéutico y tecnológico están obteniendo enormes ganancias, mientras el aumento del coste de la vida está perjudicando a la mayor parte de la población mundial.
Los Gobiernos deben tomar medidas urgentes para poner freno a la riqueza extrema. Deben elevar sin demora la tributación sobre la riqueza, el capital y los beneficios de grandes empresas, e invertir este dinero en la protección de derechos y reducción de las desigualdades y el sufrimiento.
Salud y desigualdades
El informe señala la desigualdad en materia de salud, donde la atención médica de calidad es un derecho humano fundamental que con demasiada frecuencia se considera un lujo. Tener más dinero en el bolsillo permite comprar no solo el acceso a la atención médica, sino también una vida más larga y saludable.
Dos datos alarmantes del informe revelan que la esperanza de vida en países de renta alta supera en 16 años a la de los países de renta baja y que la estimación de muerte cada año por falta de acceso a servicios de salud en países pobres, es de 5,6 millones de personas, lo que significa que a nivel mundial mueren más de 15.000 personas al día.
Medidas necesarias
Ante esta situación, Oxfam plantea aplicar medidas fiscales progresivas a las grandes fortunas y, tras ello, implementar medidas efectivas destinadas a la reducción de estas brechas. La introducción de un impuesto temporal del 90% a los beneficios excesivos y extraordinarios de las grandes corporaciones. Así como la introducción de impuestos permanentes sobre la riqueza, de forma que pueda limitar la riqueza extrema y el poder de los monopolios, además de las emisiones de carbono generadas por los ricos.
Lea informe Nota informativa ampliada. OXFAM. 2022