El Encuentro Trinacional del Gran Chaco Americano reunió a mujeres bolivianas, paraguayas y argentinas para pensar y dialogar frente a los desafíos que les presenta la Región de El Gran Chaco.
“Bolivia, Paraguay y Argentina son 3 países que se unen porque tienen iguales necesidades. La principal es el agua”, manifiesta Bernarda Pessoa, de la comunidad QOM, de Santa Rosa, en la región occidental de Paraguay. Ella se dedica a la capacitación de jóvenes de su comunidad, en deportes y confección de artesanías. Según ella, el actual gobierno de Paraguay no toma en cuenta las necesidades de los pueblos originarios.
Bernarda es una mujer comprometida con el bienestar de su comunidad. También forma parte del grupo impulsor del Colectivo de Mujeres del Gran Chaco, el que acaba de celebrar su 10mo. Encuentro, en la ciudad de Yacuiba, Bolivia. Del mismo participaron más de 200 mujeres de los 3 países.
En el grupo impulsor, Bernarda es responsable de una comisión que trabaja para que las artesanías indígenas sean visibilizadas y tengan un mercado seguro. En el gran Chaco Americano las comunidades indígenas en su mayoría tienen como actividad de subsistencia las artesanías y la cría de animales menores como cabritos, gallinas y otros. Desde el Colectivo se asesora jurídicamente y se apoya económicamente estas actividades.
Por su parte, Virginia Bolatti, del Fondo de Mujeres del Sur, una de las instituciones que promueve el Colectivo de Mujeres, expresó “El Gran Chaco es una región que tiene recursos naturales, como agua, bosques, suelos, metales, etc. Y como tal, muchos conflictos, ya que está sometida a una altísima presión de grandes empresas que buscan ganancias a corto plazo, provocando desplazamientos y pobreza de muchas familias”.
El Fondo de Mujeres del Sur brinda capacitación y acompañamiento técnico, a organizaciones de mujeres, para hacer frente a esta situación. Sobre todo, reflexionan de qué manera las afecta y cuál es su rol. También apoyan económicamente y ayudan al fortalecimiento de las redes.
Virginia también dijo: “El Gran Chaco también es región de biodiversidad y belleza, en fauna y flora. Es el segundo pulmón más importante del continente, después de la Amazonía. Pero sobre todo de gran potencialidad en sus pobladores criollos, indígenas, en el campo y la ciudad, con diferentes costumbres y culturas, y con una gran disponibilidad de participar y trabajar, para alcanzar su bienestar”.
“Hace 4 años que participamos del Colectivo” dicen Vita y Norma, de Madres del Barrio Ituzaingó, de Córdoba, Argentina. “Queremos concientizar de que los agrotóxicos matan. Yo tengo una hija con cáncer y 2 más con veneno en sangre, porque nos fumigaron durante muchos años, con venenos prohibidos. Para que a nadie más le pase lo que a nosotros. A nosotros nos mató el desconocimiento. Por eso queremos aportar nuestro granito de arena. En el Colectivo nos enteramos que esto se repite en muchos lugares de la región y el continente, y queremos prevenirles”, señalan.
Como Bernarda, Virginia, Vita y Norma, muchas otras mujeres comprometidas con la solución de lo que pasa en sus lugares, se autoconvocan periódicamente, como Colectivo de Mujeres del Gran Chaco Americano, para encontrarse y animarse, porque entendieron que ésos problemas trascienden las fronteras de sus países, para llegar mucho más allá, como también la capacidad que ellas adquieren cuando se juntan.