A pesar de que las estadísticas en México dependen del momento, la oportunidad y de quien las presente, sin duda en el caso de los feminicidios diversas fuentes coinciden en que los números van en aumento; sin piedad y burlándose en la cara de una sociedad que da la espalda y esconde el rostro a las principales causas del crecimiento de este mal que ha permeado desde el seno más íntimo de un país: el hogar y sus "machos".
Era enero de 1993 cuando Alma Chavira Farel con tan sólo trece años de edad fue asesinada en Ciudad Juárez, Chihuahua; desde ese momento el término feminicidio y la alarma se encendían, pero no lo suficiente para atender la ola de asesinatos, porque no fue hasta el 10 de diciembre de 2009 que la Corte Interamericana de Derechos Humanos imponía la conocida sentencia: Campo Algodonero, la cual condenaba al Estado mexicano por no garantizar los derechos humanos, en tres casos de mujeres desaparecidas, torturadas y asesinadas en dicha entidad.
Hoy, a 23 años de aquel incipiente 93, las estadísticas dicen que los feminicidios en México pasaron de cuatro a siete mujeres asesinadas cada día y esto tiene relación con lo que indica María José Reyes-Retana, investigadora del Observatorio de la Ciudad de México al considerar que el fenómeno se ha naturalizado debido a relaciones de poder relativas al género que contribuyen a la desigualdad entre mujeres y hombres.
Ante esta realidad nuestra compañera Sandra Luz Cruz de Radio Huayacocotla nos ha preparado el siguiente Vox Populi:
Texto y foto: hipertextual
Audio: Radio Huayacocotla