Toda una comunidad se encuentra de luto y fuertemente consternada por la pérdida de uno de sus miembros. Se trata de Carlos Rojas Pequero de 12 años de edad, quien fue encontrado la mañana del lunes, 25 de marzo con un disparo en la cabeza, y su cadáver abandonado en una casucha en la comunidad de La Culebra de Vicentillo muy cerca de donde vivía junto a su familia.
“Matar un niño de 12 años, no hay justificación alguna” así lo manifestó Fr. Miguel Ángel Gullón, director de Radio Seybo, emisora socias de ALER que realizó la denuncia pública del hecho. El niño formaba parte de las familias despojadas hace tres años.
Cabe señalar que en septiembre 2016 se registró un desalojo violento en la comunidad La Culebra, zona denominada por los campesinos como Tierra de Dios por la fertilidad de las tierras. Los desalojos constantes han afectado a 700 personas, las cuales fueron acusadas de invasoras de tierras. A pesar de que llevan más de 40 años viviendo en la localidad. Las autoridades no han respondido a las denuncias de los y las campesinas que actualmente se encuentran en una situación de abandono.
En enero del 2019 las y los campesinos agrupados en la Asociación "Mamá Tingó" del distrito municipal de Vicentillo- El Seybo exigieron justicia ante el desalojo violento de sus parcelas ocurrido en setiembre de 2016. Sin embargo, los desalojos y amenazas de agrupaciones armadas contratadas por terratenientes continúan.
Ahora, Carlos Rojas Peguero, un niño de 12 años ha sido asesinado. Mientras la indignación aumenta en toda la comunidad, la inacción de las autoridades policiales y de justicia quienes no han investigado el hecho y han dejado sola a la comunidad ante abusos por parte de terratenientes y empresarios.