Madre Tierra

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La Madre Tierra está en el centro de los debates nacionales e internacional, no solo porque es un planteamiento fundamental de algunas constituciones sino porque el mundo se enfrenta al reto de evitar la destrucción del planeta.

En el caso boliviano, se presentó frente a la arena internacional como el país con reformas normativas más radicales, adoptando varios instrumentos internaciones en materia ambiental. Sin embargo, hemos sido testigos de cómo lo escrito se aleja de las prácticas extractivas que se profundizan.

La agricultura boliviana ha sufrido cambios trascendentales sobre todo a partir de la incorporación de Bolivia al mercado mundial en calidad de productores de materias primas agrícolas. Los impactos son directos sobre el sistema de tenencia de la tierra, la población ocupada en la agricultura y los modos de producción crecientemente orientados hacia el extractivismo o la sobreexplotación de recursos naturales.

Los cambios agrarios tienen lugar en estrecha conexión con la nueva ola expansiva de capitales transnacionales. Las respuestas son todavía difusas a pesar de la urgencia por comprender estas dinámicas y sus tendencias. Las transformaciones rurales y agrarias apuntan a la consolidación de un modelo agrario intensivo en capital, excluyente del campesinado y generador de altos costos ambientales.

No hay esquina en el planeta en que no se perciba la presencia extractivista. China, sus exportaciones e importaciones, ocupan el mundo. En el año 2000, China ocupaba el séptimo lugar entre los principales países exportadores del planeta; 17 años más tarde, en 2017, China pasó a ocupar el primer lugar en ese ranking: el 12,8% de las exportaciones mundiales son chinas.

Los pueblos indígenas, movimientos sociales del campo, defensores de la soberanía alimentaria, movimientos ambientalistas y muchos otros sectores luchan juntos/as o por separado por construir alternativas más sostenibles en términos económicos, sociales y ambientales.

Estas y otras reflexiones se comparten en la Conferencia 2018: Madre Tierra. La agenda abandonada. Causas y consecuencias. Publicada por la Fundación Tierra de Bolivia.