Honduras: Migrantes deportadas, sobreviven en la precariedad de la que huían

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Ana Liseth Méndez es de la Comunidad Monte de Olivo, junto a su esposo e hijos, salieron en la caravana migrante desde Honduras con destino a Estados Unidos. Al igual que otras familias fue obligada a retornar a su país de origen, de donde huyeron por las condiciones de pobreza y desempleo. La mayoría de hombres fueron maltratados en los operativos por parte de la policía en Guatemala, agradece que su esposo no fue maltratado y denuncia, “estoy decepcionada de volver a migrar… nos trataron como animales”.

Ana Liseth después de ser retornada a Honduras, es recicladora junto a su grupo familiar, quienes ganan 2.000 pesos por la venta de chatarra cada dos a tres semanas. Comenta que encontrar otro trabajo es difícil sin tener estudios, de ahí que su anhelo era cruzar la frontera. El trabajo de Ana Liseth no tiene horarios fijos, aunque inicia su labor entre las 5 de la mañana y las 6 de la tarde. Todo el día bajo el sol.

Marlene Urbina y Ana Liseth son vecinas, tenían el deseo en común de llegar a suelo estadounidense. Pero Marlene no emprendió ese viaje porque su esposo tuvo un accidente, “ estaba sola sin apoyo y con mi esposo enfermo. Lo chocó un bus, quedó mal y perdió el conocimiento”. Sin embargo, esto no detuvo a su yerno, Luis Aguilera, a emprender el viaje.

Marlene tiene 8 hijos, dos de sus hijas son solteras, casi no comen, la familia se esfuerza en garantizar la alimentación al menos de su nieto de 2 años. Viven de lo que Luis, otro retornado pueda sacar por la venta de comida.

Crédito de Foto: Reuters

Producción: Inmer Gerardo Chéves, Radio Progreso - Honduras

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