Marchas, plantones, vigilias, acciones de solidaridad, velatones, cartas abiertas y comunicados se realizan desde diferentes puntos del planeta exigiendo justicia ante la vulneración de derechos humanos en Colombia. Canadá no es la excepción, desde varios puntos del país, se multiplican las iniciativas en solidaridad con el pueblo colombiano, que desde el 28 de abril ha ocupado las calles en reclamo de cambios estructurales.
Diversas organizaciones y redes de derechos humanos, sindicatos y personal académico también se han solidarizado por la grave situación de violencia estatal en Colombia. Exigen que el gobierno canadiense utilice las buenas relaciones políticas y comerciales que mantiene con el presidente de Colombia Iván Duque, para presionar por el fin de la represión hacia los y las manifestantes.
La Asamblea Nacional de Quebec tomó una posición de rechazo a la violencia estatal cuando el 6 de mayo adoptó una moción por unanimidad expresando solidaridad con los más de 25.000 quebequenses de origen colombiano que desean una resolución pacífica basada en el diálogo. También se otorgó un minuto de silencio en memoria de las víctimas y respeto a sus familias.
Para Diana Jembuel, comunicadora social indígena del pueblo Misak en el Cauca, los medios de comunicación desconocen la violencia machista, agresiones sexuales y brutalidad policial, así como la criminalización de la protesta, la censura y desinformación que viven desde que empezó el paro. Señala la importancia de respetar el derecho a la consulta previa libre e informada para la participación efectiva de los pueblos indígenas. Adicionalmente, comenta: “nosotros en estos momentos hemos crecido en un escenario del conflicto armado. Lo que queremos es que las nuevas generaciones que vienen atrás no vivan este escenario y que se cumpla el acuerdo de paz firmado con las FARC y el Gobierno colombiano”.
Declaraciones de Raúl Burbano, coordinador de la Red Canadiense Fronteras Comunes; Luis Matta, integrante de la Alianza de acción solidaria con Colombia (CASA), Sheila Gruner, profesora universitaria y Diana Jembuel, comunicadora social indígena del pueblo Misak.
Producción: Jessica Ramos, Comité por los Derechos Humanos en América Latina (CDHAL); María Cianci Bastidas, Coordinación General ALER
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