Cientos de miles de personas migrantes forzadas provenientes de Centroamérica, del mismo México, de Venezuela, de Haití, de Cuba y de otros países americanos y extracontinentales viven en México una constante violación de sus derechos, vacíos de protección y comportamientos públicos y privados que los estigmatizan y criminalizan. Esta situación se suma a la crisis que les obligó a dejar su comunidad de origen y a las condiciones de un tránsito cada vez más precario y peligroso.
Estas situaciones son una constante y una tendencia creciente en el continente que en ocasiones, como estas últimas semanas en México, alcanzan extremos que nos escandalizan.
Varias instancias de la Compañía de Jesús en la región (Sistema Universitario Jesuita, el Sector Social de la Provincia de México, la Red Jesuita con Migrantes México y la Red Jesuita con Migrantes CANA) hacen público un comunicado en el que quieren centrar su mirada en algunas de las expresiones más acuciantes:
- Recordar las causas y causantes de estas migraciones forzadas, las violencias estructurales que expulsan y que hacen del derecho a migrar no una opción sino una huida.
- Denunciar la respuesta institucional ajenas a las necesidades de protección y centradas en estrategias de rechazo, bien por contención, bien por detención, bien por deportación.
- Exigir, por lo tanto, una respuesta a la altura de las necesidades humanitarias y de protección de los grupos migrantes forzados y mostrar la preocupación por el abandono del sistema de asilo en México y por la ausencia y degradación de otras alternativas de regularización.
- Hacer un llamado a la sociedad civil, para que seamos una comunidad de acogida, para que mostremos solidaridad y empatía en expresiones concretas de hospitalidad y exijamos el respeto de los derechos humanos de las personas migrantes forzadas.
El comunicado apela a la Cultura de la Hospitalidad como propuesta y camino hacia la Reconciliación y la Justicia, hacia entendernos como un Nosotros cada vez más grandecomo nos propone el Papa Francisco con motivo de la 107ª Jornada Mundial del Migrante y Refugiado.
Compartimos el Comunicado:
Pronunciamiento desde el Sistema Universitario Jesuita, el Sector de lo Social de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, la Red Jesuita con Migrantes-México y la Red Jesuita con Migrantes Centroamérica-Norteamérica CANA, frente a la actual crisis migratoria en México
México, a 4 de octubre de 2021
- El Sistema Universitario Jesuita SUJ, el Sector de lo Social de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, la Red Jesuita con Migrantes-México y La Red Jesuita con Migrantes CANA, instan al Estado mexicano, en particular al gobierno federal, a respetar y garantizar los derechos humanos y la dignidad de las personas migrantes forzadas en México.
- Se hace un llamado a la comunidad universitaria del SUJ y a la sociedad civil en general a responder ante la histórica y agravada crisis migratoria regional con hospitalidad, solidaridad y acogida hacia las personas migrantes forzadas que se encuentran en nuestro país.
Desde el Sistema Universitario Jesuita, el Sector de lo Social de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, la Red Jesuita con Migrantes-México y la Red Jesuita con Migrantes CANA, expresamos nuestra preocupación por la situación en la que se encuentran cientos de miles de personas migrantes forzadas en México. En las últimas semanas hemos visto constantes violaciones a los derechos humanos, como son: expulsiones de personas con necesidades de protección internacional hacia Guatemala; operativos de contención violentos contra familias, mujeres embarazadas, niñas, niños y adolescentes en Chiapas; detenciones migratorias prolongadas, con fallas en el debido proceso durante los operativos migratorios, en condiciones indignas, insalubres, bajo un entorno torturante y de maltrato constante. Todas ellas, resultado de la profundización de la externalización, la “securitización” (primando la seguridad nacional), la militarización de las fronteras y de las rutas de desplazamientos, y de las políticas migratorias contrarias a la protección de derechos.
Vemos con preocupación que las respuestas institucionales ante las necesidades de protección de las personas migrantes que llegan a nuestro país, cada vez se ciñen más hacia la con- tención, detención y deportación. De ese modo, no se garantiza el acceso a derechos fundamentales como el derecho a la vida, a la libertad, al libre tránsito, al debido proceso, al asilo, a la protección de niñez y vida familiar, a la vivienda, salud, alimentación, trabajo y educación que están asentados en nuestra Constitución y en el marco internacional de los Derechos Humanos.
La creciente presencia de personas de origen haitiano en nuestro país, así como de diferentes partes de la región y del mundo, se debe a las condiciones de pobreza, de desigualdad, de violencias y desastres naturales que se vieron agravadas por la pandemia de Covid-19 y que han propiciado la migración forzada de miles de personas en busca de una vida digna. Frente a este contexto se publicó el documento“Postura de la Compañía de Jesús en México y Centroamérica ante las Migraciones Forzadas", en el que se presentan propuestas para atender las causas estructurales de las migraciones forzadas en la región. Este documento representa un esfuerzo muy valioso y fundamental que debe ser retomado por los diversos sectores de la sociedad para contrarrestar el impacto de la desigualdad en el mundo, así como de la alta vulnerabilidad de las personas en movilidad forzada interna e internacional.
Además de reconocer lo fundamental que resulta trabajar en las causas estructurales que originan las migraciones, resaltamos la importancia de atender las necesidades de las personas que ya se encuentran en procesos de movilidad forzada, pues nos encontramos en un escenario en el que México es cada vez más un país de destino obligado. Frente a esta realidad es fundamental fortalecer el sistema de asilo en México, agilizar los procesos de solicitud de protección internacional y ampliar el acceso a la regularización migratoria, todo ello con la finalidad de dar respuesta al contexto actual de agudización de la crisis de varias décadas, y reducir los riesgos y las vulnerabilidades a las que se enfrentan las personas migrantes, tanto de México como de otros países, tal como lo señala el marco internacional de protección de los derechos humanos.
Destacamos que, frente a este contexto las personas se siguen reorganizando y rearticulando en búsqueda del derecho a la protección internacional y a una vida digna. Como universidades de la Compañía de Jesús, el Sector de lo Social de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, la Red Jesuita con Migrantes-México y la Red Jesuita con Migrantes CANA nos vemos interpeladas para Escuchar y Caminar con las personas migrantes forzadas y promover una Cultura de la Hospitalidad dentro de la búsqueda de Justicia y Reconciliación para todas las personas que compartimos el planeta.
Estamos comprometidos en seguir desarrollando acciones desde el quehacer universitario y las obras sociales para generar condiciones que promuevan el respeto a los derechos humanos de las personas migrantes y sus familias, y de esa manera responder al mensaje del Papa Francisco de Acoger, Proteger, Promover e Integrar, para buscar un “Nosotros cada vez más grande,” como lo señaló en la celebración de la 107 Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado el pasado domingo 26 de septiembre. Finalmente, hacemos un llamado a la comunidad universitaria y la sociedad civil en general a responder ante la agravada crisis migratoria mediante acciones de hospitalidad, solidaridad y acogida, que nos permitan descubrir la similitud en los anhelos, deseos y necesidades que nos acercan a las personas migrantes que llegan a nuestro territorio.
Sistema Universitario Jesuita
Sector de lo Social Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús
Red Jesuita con Migrantes México y Red Jesuita con Migrantes CANA