En Trojes, frontera ente Honduras y Nicaragua, les preocupa la gran cantidad de personas migrantes que llegan a diario al lugar y temen que esto aumente la crisis humanitaria en el país.
El mayor obstáculo con que se enfrentan las personas en movilidad es que no cuentan con el dinero para pagar la multa de 220 dólares que las autoridades hondureñas les exigen para que puedan cruzar el país.
Esto genera que se queden varados en esa ciudad. Solo en Trojes hay más de 500 migrantes distribuidos en diferentes albergues. Heriberto Ramírez, defensor de derechos humanos, considera que en el período vacacional puede empeorar la situación., “Cuando hay tres días que no hay trámites migración aquí colapsa el municipio”, advirtió Ramírez.
Periodista: José Peraza
Producción: Radio Progreso, Honduras
Imagen: Proceso Digital