Llegamos al último episodio de la serie “Minando la vida”, se presentan dos casos que nos muestran cómo la organización y la lucha por la justicia contra los impactos que ocasionan las empresas mineras, son caminos arduos, pero absolutamente necesarios.
Las comunidades indígenas han demostrado al mundo que las poblaciones valen mucho y que la lucha por la justicia es también por la dignidad de los pueblos, de las mujeres y por las generaciones que vienen, se comparten los casos ubicados en el Lago de Izabal en Guatemala y en Chiapas, México.
Las poblaciones que tradicionalmente han habitado los territorios se niegan a renuncian a sus derechos ancestrales, a pesar que las empresas mineras adquieran concesiones para la exploración y la explotación. Algunas comunidades afectadas se han organizado para enfrentar la invasión minera de diversas formas, por ejemplo, con mecanismos de reclamación jurídica, llevando sus casos a las cortes nacionales e internacionales.
Testimonios de activistas en la lucha por los derechos de los pueblos contra el extractivismo con reconocimiento internacional, participan Carlos Ernesto Choc, periodista comunitario maya q’eqchi de Guatemala y José Luis Abarca, abogado, luchador social e hijo del activista Mariano Abarca, Chiapas en México.
Narración de Fernanda Sigüenza, montaje de Annabelle Bricault y foto de Aj Ral Ch'och' del Consejo ancestral maya Q’eqchi' de El Estor, Izabal y Panzós, Alta Verapaz, en defensa de la madre tierra, de los ríos y lago.
Producción: Comité para los Derechos Humanos en América Latina (CDHAL) y ALER