Las mujeres de todo el mundo protagonizarán este 8 de marzo un paro en unos 50 países. La medida se realiza en el Día Internacional de la Mujer que en América Latina estará marcado por la persistencia de altos índices de femicidios y por un creciente avasallamiento de los derechos humanos y sociales de las mujeres.
La activista feminista de la Red Unidos por los Derechos Humanos, Alejandra Jiménez, aseguró en Contacto Sur que “las condiciones en las que vivimos las mujeres cada vez son peores” y por eso el sentido de la jornada mundial es, “más allá de la efeméride, dedicar un día al año para pensar en qué condiciones estamos viviendo las mujeres, en qué condiciones vivían nuestras abuelas y nuestras madres”.
Consultada sobre la realidad que marca que en México asesinan a 7 mujeres cada día, la activista expresó que existe una “violencia extrema feminicida que llega a matarnos, a descuartizarnos, a aventar nuestro cuerpo a la calle, como si fuéramos cosas”. Pero también está “la violencia que vivimos cotidianamente en forma silenciosa, en los espacios de trabajo, en la familia, en la escuela, en la comunidad, también a través de los medios de comunicación que nos cosifican, que nos ven como mercancías, como objetos de consumo y como las consumidoras perfectas”.
Jiménez explicó que el paro internacional de mujeres de este 8 de marzo “consiste en mostrar nuestra ausencia en los espacios que tradicionalmente ocupamos, donde somos invisibilizadas o somos agredidas”. Por ejemplo en la casa donde “lavamos, cuidamos niños, cuidamos enfermos, zurcimos ropa, cocinamos y todo este trabajo no está siendo reconocido ni es remunerado”.
Para la activista de la Red Unidos por los Derechos Humanos, “lo importante es que el mundo se de cuenta de que si dejáramos de hacer un día todo lo que hacemos las mujeres, sea remunerado o no, el mundo dejaría de funcionar”.
Por eso el paro internacional buscará “visibilizar la importancia de las mujeres en el mundo, que las mujeres también nos demos cuenta de lo importante que somos como género y que los hombres también reflexionen sobre la situación de privilegio que viven ellos”.